Después de un largo tiempo sin escribir, aquí estoy de nuevo. Es que por desgracia no hay mucha novedad que contar. Llega el verano y parece que todo se paraliza, así que no queda más remedio que tomárselo con resignación...
Nosotros hemos aprovechado para irnos una semana a Tenerife. Íbamos con un objetivo muy claro y éste no era otro que "desconectar". Creo que es muy necesario hacerlo de vez en cuando tanto a nivel físico como psicológico, viene de perlas.
El plan con el que íbamos era básicamente el de "vuelta y vuelta", es decir, primero nos tumbamos en la tumbona boca arriba y al llevar un rato, pues vuelta y a dar la espalda al sol. Entre medias, pues algún refresco, un poco de piscina, un poco de lectura,... o sea lo que viene siendo un plan muy estresante.
Ésta es una vista de la zona en la que hemos pasado muchas horas.
Era un hotel muy espacioso, muy grande y muy familiar, su nombre es Sandos San Blas por si a alguien le interesa (Recomendable). Durante el montón de horas que hemos estado allí veíamos a los padres y madres con sus niños jugando con sus hijos/as y comentábamos que el plan que llevábamos este año, no sería posible teniendo niños. Se acabaría ese relax, esa tranquilidad que hemos respirado durante una semana pero como si fuéramos masocas, también comentábamos que estamos deseando que por fin se acabe nuestro relax y las próximas vacaciones las hagamos acompañados y en familia que es lo que más deseamos.
Así que hemos podido desconectar de todo, o mejor dicho de "casi todo" porque nuestro negrito/a siempre está presente, aunque no sea físicamente. Tenemos muchos planes de vacaciones que pasar juntos... pero en estas nos faltabas tú.
